Este pastel de duraznos y arándanos azules es tierno, jugoso y rebosante de fruta fresca. El arenado rústico es opcional, pero añadirlo le da un acabado dorado y crujiente que hace que cada rebanada sea aún más especial. La quinua y el yogurt griego aportan un toque nutritivo, mientras que el azúcar de coco le da un sutil dulzor acaramelado y un toque más natural que el azúcar refinado. Un capricho sencillo pero irresistible para cualquier ocasión.
- Precalentar el horno a 350°F (175°C). Engrasar ligeramente un molde redondo para pastel de 23 cm, forrando la base con papel vegetal si se desea.
- En un tazón grande, batir la mantequilla y el azúcar de coco durante unos 5 minutos, hasta obtener una mezcla esté ligera y esponjosa. Agregar los huevos uno a uno, mezclando bien después de cada uno, y luego incorporar la vainilla.(7 minutos)
- En un tazón aparte, batir la harina común, la harina de quinua, el polvo para hornear y la sal. Agregar la mezcla seca a la mezcla de mantequilla en tres tandas, alternando con el yogurt griego. Mezclar solo hasta que se integren los ingredientes.(3 minutos)
- Incorporar suavemente los arándanos y los duraznos, y luego distribuir la masa uniformemente en el molde preparado.(2 minutos)
- Preparar la cobertura del arenado (opcional) mezclando la harina y el azúcar, y luego agregar la mantequilla fría. Con las yemas de los dedos, mezclar hasta formar migas gruesas. Espolvorear la cobertura uniformemente sobre la masa.(2 minutos)
- Hornear durante 35-40 minutos, hasta que la superficie esté dorada y ligeramente crujiente y al insertar un palillo en el centro, este salga con migas húmedas.(40 minutos)
- Dejar enfriar completamente en el molde antes de servir. Disfrutar solo o espolvoreado con azúcar en polvo.